A UNA MADRE CORAJE
“A VECES LA VIDA DE ALGUIEN MEJORA LA VIDA DE TODOS”
Su mente es lúcida y ágil como una pluma y su cordura y sentido común son muy grandes. Y, aunque ha desarrollado diversas tareas y oficios, si hubiera nacido en otra época, en la que hubiese habido igualdad de oportunidades, mi madre habría llegado lejos: tal vez sería una buena ingeniera; o una gran pedagoga; o una enfermera solícita y metódica; o una genial y servicial trabajadora social; también podría haber sido una buena maestra y, en una época de menos machismo, una excelente ebanista.
Al nacer mi madre, alguien dijo que venía con un don especial para ver las cosas que otros no podrían ver, con la “gracia” de los que nacen solos y muy despiertos; lo cual supone que lo perciba todo con altas dosis de intuición y de empatía, por lo que se anticipa a lo que pueda venir y se pone siempre en lugar de los demás.
Es ingeniosa, creativa, servicial y solidaria. También es muy trabajadora y activa; luchadora (difícilmente se rinde frente a las situaciones que debe afrontar) y un tanto espartana, porque se muestra rigurosa más consigo misma que con los demás y porque no necesita grandezas para vivir ni para ser feliz y, como es sencilla y humilde, no presume ni alardea de nada. Su parte negativa consiste en ser un poco terca.
“A VECES LA VIDA DE ALGUIEN MEJORA LA VIDA DE TODOS”
Su mente es lúcida y ágil como una pluma y su cordura y sentido común son muy grandes. Y, aunque ha desarrollado diversas tareas y oficios, si hubiera nacido en otra época, en la que hubiese habido igualdad de oportunidades, mi madre habría llegado lejos: tal vez sería una buena ingeniera; o una gran pedagoga; o una enfermera solícita y metódica; o una genial y servicial trabajadora social; también podría haber sido una buena maestra y, en una época de menos machismo, una excelente ebanista.
Al nacer mi madre, alguien dijo que venía con un don especial para ver las cosas que otros no podrían ver, con la “gracia” de los que nacen solos y muy despiertos; lo cual supone que lo perciba todo con altas dosis de intuición y de empatía, por lo que se anticipa a lo que pueda venir y se pone siempre en lugar de los demás.
Es ingeniosa, creativa, servicial y solidaria. También es muy trabajadora y activa; luchadora (difícilmente se rinde frente a las situaciones que debe afrontar) y un tanto espartana, porque se muestra rigurosa más consigo misma que con los demás y porque no necesita grandezas para vivir ni para ser feliz y, como es sencilla y humilde, no presume ni alardea de nada. Su parte negativa consiste en ser un poco terca.
Por otro lado, mi madre es honesta, responsable, generosa y coherente con sus principios. Además es consecuente con sus pensamientos y muestra una correcta conducta, basada en los principios y en los valores familiares, sociales y espirituales aprendidos a lo largo de su vida. Lleva a gala estos principios y valores y sigue las enseñanzas que mi abuelo Feliciano, mi abuela Soledad, sus maestras Doña Pastora y Doña Guillermina les inculcaron: el respeto, la honradez, la constancia, el compromiso, la integración, la cooperación, un alto sentido del cumplimiento del deber y de los compromisos… Por eso, recuerda y aplica siempre aquello de “Más vale una vez colorada que cien amarilla” o “Vete al fondo de los asuntos y cuestiones y analízalo”. Valores todos que nos ha transmitido viviéndolos y no pregonándolos.
Le encanta leer y también le gusta estar al día sobre actualidad, por lo que asiduamente escucha la radio o ve programas televisivos para informarse. Afloran a mi mente gratos recuerdos infantiles sentada en la trona al lado de mi madre: cosiendo y tejiendo la ropa, a la par que escuchaba la radio. Habilidades que se han perdido ante la proliferación de negocios de ropa y rebajas de fin de temporada.
A pesar de su imagen frágil, tiene fortaleza de ánimo. Se trata de una buena persona que se desvive por los demás, con una especial filosofía de la vida sustentada con la vocación de contribuir de manera voluntaria/altruista a una sociedad mejor, tal vez pensando aquello de que si quieres un mundo mejor para tus hijos deja buenos hijos al mundo. Por todo ello, nos ha guiado junto a mi padre, mis abuelos y demás familia, acompañado, ayudado y animado en nuestra formación y en nuestra dedicación voluntaria como personas útiles a la sociedad (servicio público como dice mi hermano) y también lo ha hecho con la siguiente generación (y ahora lo está haciendo con la siguiente de la siguiente).
Es prudente y posee un alto sentido de la justicia y se muestra defensora a ultranza de la verdad y de la convivencia en paz. Hace un tiempo, se atrevió a enfrentarse y confrontar públicamente a aquellos divulgadores de calumnias que se están diciendo más por la inconsciencia que por el pensamiento lógico, ético y moral. Divulgadores que se prestan a dar crédito a artículos de una prensa que sesga las noticias sin pararse a contrastarlas, haciéndole eco a los dictados de gente de poca catadura moral. Y es que, según dice mi madre, “Intervine porque no me podía callar ante la injusticia y la dureza de unas continuas acusaciones de acoso y derribo. ¿No se darán cuenta que se están perjudicando a sí mismos y a un pueblo entero?”
Hay ciudadanos que deberían vivir siempre, pues son un ejemplo para la Humanidad. Entre ellos, mi madre. ¡Gracias, mamá, por ser un ejemplo de humanidad, mientras otros miran para otro lado o están paralizados por el miedo! ¡Gracias por ser una madre coraje!
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